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miércoles, 23 de mayo de 2012

LÍMITES QUE OFRECEN SEGURIDAD

A principios de año asistí a una charla sobre límites a cargo de Sonia Kliass.
Os dejo el resumen según los apuntes que tomé:
Cuándo poner límites?
Lo principal es no poner límites donde no es necesario, los niños nacen con la capacidad de girarse, sentarse, gatear… en el tema motriz no es necesario poner límites. En cambio en lo cultural es necesario poner límites, los niños no saben si deben comer sentados, con palillos, en plato, si deben lavarse las manos después de hacer pis… eso es cultural y hay que explicarles como nos comportamos nosotros. Pero hay que dejarles experimentar y crecer, nacen con ese gran impulso y no podemos limitárselo.
Cómo poner límites?
Para poner límites es necesario algunos aspectos y tener en cuenta la etapa del niño. Los aspectos necesarios:
-       Tiempo
   Energía
-       Paciencia
-       Coherencia
-       Repetición
 Y no siempre es posible, nos suele faltar tiempo, energía y por lo tanto paciencia, coherencia pq no siempre actuamos igual y repetición pq queremos que lo aprendan de un día para otro. Hay que ser consciente de ello y buscar el momento óptimo tanto para ti como para el niño, pero escaquearse de poner límites no es la solución, en algún momento toca hacerlo.
 Respecto las etapas del niño:
 -          Alrededor de los 18 meses: Comienzan a querer cosas, quieren coger algo, quieren comer algo, quieren desplazarse hasta un sitio… En esta etapa, como en todas, las ganas por crecer y experimentar son más poderosas que el contentarnos, no pueden controlar esa necesidad de experimentar. Hay que explicarles las cosas acompañadas de acciones, por ejemplo retirarle las manos suavemente mientras le informamos que no se coge algo.
 -          Alrededor de los 2 años: Empiezan a decir no. Entonces ya pueden decir NO QUIERO, empiezan a oponerse a nuestras decisiones, y es bueno e importante que lo hagan pq así refuerzan su personalidad y desarrollan sus capacidades. Hay que entender que lo hacen por crecer, por conocer sus capacidades y la nuestras, y muchas veces por ver nuestra reacción o reclamar nuestra atención. Pq hay veces que les decimos “Ven” y dicen “No” pero acaban viniendo. Hay que detectar que carencia de atención es la que necesitan reclamar y tratar de dársela.
 -          Alrededor de los 3 años: Aparece el yo, ya no dicen Fulanito no quiere, sino YO NO QUIERO. Empiezan a argumentar pq quieren una cosa y no la otra. Hay que evitar preguntarles que quieren, pq se pierden, es mejor darle entre dos posibilidades, o conducirle a que elijan una concreta. Cuando hablemos con ellos debemos evitar usar el negativo, NO CORRAS, NO CRUCES … Los niños son acción, no pueden estar quietos, además el No les confunde un poco. Por lo que es mejor hablar en positivo ANDA DESPACIO, AHORA ESPERAMOS …
 -          Alrededor de los 5 años: Es una pre-adolescencia, nos dicen que no nos quieren, y pueden tener malos deseos hacia sus padres. Deben reforzar su crecimiento y sus capacidades y lo hacen en oposición a los padres. Hay que permitirles que tomen sus propias decisiones para que puedan sentirse personas independientes a sus padres, y entender que cuando quieran depender de nosotros ahí nos tendrán.
Depende de cómo vivan estás etapas, de la relación con los padres, de su genética y experiencias así será su adolescencia y su vida adulta.
 Respecto a las rabietas:
En todas las etapas, hay que conocer como es el niño. Los hay que necesitan llorar, o gritar, o abrazos, los hay que no permiten que les toques hasta que no se les ha pasado. En todo momento hay que respetar sus necesidades y estar cerca de él o ofrecerle consuelo si es lo que quiere. Las pataletas son frustraciones que las ocasionan el cansancio, la necesidad de crecer, la represión de una de sus necesidades, la pérdida de algo… A mí lo que dijo me recuerda a la frase de Stevenson de Dr. Jeckyll y Mr. Hyde “Quiéreme cuando menos lo merezca, porque será cuando más lo necesite”.
 Conclusión:
Poner límites le da seguridad al niño. Hay que poner límites en aquello necesario y evitar decirle NO constantemente, alternarlo con frases de aceptación de su conducta, y siempre teniendo en cuenta su edad y madurez y nuestra situación.
Es mi interpretación de lo que comentó Sonia Kliass, espero que no difiera mucho de lo que pretendía decir. A ver si os sirve de guía, aunque como en muchos aspectos de la maternidad el sentido común es la guía.

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